domingo, 6 de marzo de 2016

TOKONOMA


Es un pequeño recinto ubicado en una de las estancias de las casas tradicionales japonesas. Su primera aparición data del Período Muromachi (siglos XIV al XVI).

Se usa para la exposición de bonsái, ikebana u otros elementos, todos ellos estrechamente relacionados y representando la trilogía cósmica: dios, hombre tierra.



Fuente de la foto: http://japansheartandculture.blogspot.com/2010/06/tokonoma.html



El tokonoma debe cumplir una serie de características para que este bien construído. Es un elemento zen principal. Deberá estar orientado al sur y recibir la luz sobre todo por su lado derecho.

El suelo es de tatami, como el resto de la casa, generalmente va elevado del resto. El tatami es una estera hecha con paja y envuelta en estera y unida con juncos normalmente provenientes de las plantas de arroz.

Se puede decir que en cuanto a materiales hay bastidores en madera, en bambu, en tronco sin manufacturar... pero en todos los casos coincide un elemento comun: son materiales naturales.

Cuando se encuentran invitados presentes en una habitación de estilo japonés, la manera correcta según la etiqueta japonesa es sentar al huésped más importante dando su espalda al lugar del tokonoma. Esto representa modestia; el que invita no debe hacer alarde del contenido del tokonoma al invitado y por lo tanto, es necesario no conducir su mirada directamente hacia tal espacio. ( Que curiosos estos japos)

Esta estrictamente prohibido pisar sobre este recinto.





LA COMPOSICION:

KAKEMONO o KAKEJIKU: Es una pintura que se guarda en rollo ( de ahí su nombre), realizada generalmente sobre seda, se coloca en el centro del tokonoma y representa a Dios.

El BONSAI representa al hombre, y por tanto se coloca en un punto medio de la composición.

SUISEKI, figuras o plantas de acento representan la tierra y se colocan en la zona más baja. Generalmente en el caso de figuras suelen ser figuras con gran valor, herencia y elementos muy importantes para esa familia.

Los tres elementos forman un triángulo.

El bonsái debe permanecer en el tokonoma durante pocos días. Al ser un lugar cerrado en el interior pueden sufrir daños. Durante el resto del año los bonsáis se ubican en los jardines exteriores.

Existen muchas mas reglas a la hora de exponer en un tokonoma, como por ejemplo que todos los elementos tengan una unidad, si exponemos en primavera y el arbol esta brotando o con flores, el kakemono o kakejiku, debe ir en consonancia y lo mismo con el acento o figura, todo debe ir conjuntado. Ademas si la pintura tiene pajaros, no se puede repetir el pajaro como figura, etc. Yo no me acuerdo bien de esto, tenia un articulo que escribimos creo que una charla en la asociacion, pero me temo que se fue con el disco duro roto. Si alguien lo conserva me haria ilusion volver a tenerlo.







Mientras que en Japon el tokonoma se mantiene en el interior de las viviendas, cada vez vemos mas representaciones de este tipo en exposiciones de bonsai.

Son asiduos al tokonoma nuestros compis de la Asociacion de Donosti, como habremos visto en algunas fotos de sus exposiciones. Le hemos visto con azaleas, con juniperos...

En la ultima exposicion de Alcobendas nos topamos con un bonsai de reducidas dimensiones, que por si solo no diria gran cosa o no llamaria la atencion al publico, compitiendo con ejemplares mas grandes, pero su dueño hizo este curioso tokonoma, que no paso inadvertido al sensei japones, que aun comentando los errores lo alabo enormemente.











Como vereis si buscais en google imagenes, tokonona, los hay mas tradicionales y mas modernos, pero coincidireis conmigo en que son todos acogedores y bonitos, no?



Literalmente se puede traducir como “asiento del espíritu” dentro de una sala de entrenamiento (Dojo). Es un recuerdo simbólico del legado histórico y espiritual, del conjunto de las enseñanzas transmitidas durante siglos hasta nuestros días.

Nuestra primera reverencia (Rei) al entrar en el Dojo (Sala donde se encuentra el camino) va siempre dirigida hacia ese lugar en forma de pequeño templo, en el que se concentran las energías de todos los maestros y alumnos, que nos han precedido, facilitando así el acceso a todos los secretos del Arte Marcial que practicamos.

Tratamos así de comunicarnos con los espíritus que dominan este lugar mágico de esfuerzo y progresión denominado: Dojo.

Quizás la mejor palabra para definir todas las reglas de cortesía y simbolismos presentes dentro de un Dojo sería la de: “comunicación”.

En todos los casos, a través del gesto, tratamos de comunicarnos, de conectar con esas energías que se mueven en nuestro entorno.

Por ejemplo, cuando realizamos un saludo a nuestro compañero de prácticas, tratamos de comunicarle nuestro respeto, no solo como un mero gesto de educación, sino con un evidente propósito de “conexión”. Quizás comprendamos mejor algún aspecto del esoterismo característico del Ninpo Mikkyo, si pensamos, en el momento de realizar la reverencia: “la divinidad que hay en mí, saluda a la divinidad que existe en ti”, concluyendo en la evidencia de que es el mismo Dios el que existe en ambos.

Devolviendo de nuevo nuestra mirada hacia ese lugar de honor dentro del Dojo, al que denominamos Tokonoma (o Kamiza, de forma más específica en las Artes Marciales) podemos distinguir claramente el pequeño estante (Kamidana) sobre el que se alinean pequeños objetos, cada uno de ellos con un simbolismo concreto dentro de la tradición japonesa derivada esencialmente del culto shintoísta, y en otros casos del budista.

Todos ellos nos recuerdan nuestra conexión con las fuerzas de la naturaleza, la gratitud hacia nuestros maestros y la responsabilidad que asumimos para intentar descubrir las claves que regulan nuestro potencial de crecimiento espiritual.

En muchos casos puede observarse un fragmento de cuerda (Shimenawa) que identifica ese lugar como un sitio sagrado, según la costumbre del Shinto.

Las velas (Tomyo) simbolizan la luz universal de la energía cósmica, de la cual nosotros constituimos pequeños fragmentos.

Cuando se usan en número de dos, representan las energías elementales: In (Yin) y Yo (Yang). Si se colocan cinco velas, se asocian con los cinco elementos del Budismo: Chi, Sui, Ka, Fu, Ku, es decir con el Godai.

Un espejo, recuerda la impermanencia, la fugacidad de nuestros días de existencia, comparable al reflejo sobre una superficie especular. También proporciona un enfoque de conducta dirigido hacia el llamado: “corazón sin mancha” (Shin Kokoro).

Los pequeños ramilletes de vegetación (Sakaki) simbolizan nuestro lugar dentro de esa fábrica de vida que constituye la Naturaleza.

Normalmente se colocan pequeños platos de arroz y sal que representan nuestra voluntariedad y disponibilidad para el sacrificio, en orden a alcanzar el crecimiento en nuestro desarrollo individual.

El propio Kamiza, está orientado al Este, lugar de donde proviene la luz, allá donde nace el sol como generador de vida.

En el centro del conjunto, aparece una estructura (Shinden) similar a un templo, donde se guarda el espíritu (Ofuda) que vigila y cuida nuestro progreso en los entrenamientos.

En Japón, muchos Kamiza sirven para colgar las tablillas (Ema) en las que se escriben notas de agradecimiento o de buenos deseos para los visitantes, o para los propios alumnos del Dojo.

Otras veces, próximo al Tokonoma, se coloca el soporte de las tablillas que indican nombre y grado de los instructores que pertenecen al Dojo.

En Japón ha existido siempre una doble corriente de culto llamada Ryobu, que permite convivir las dos formas espirituales más influyentes dentro del país: Shintoismo y Budismo. Esto hace que en el lugar de honor (Kamiza) típicamente shintoísta, aparezca también la imagen de un Buda de culto particular, que para las Artes Marciales, suele elegirse: Fudo Myoo (El arquetipo de la estabilidad y la firmeza de carácter. De la fuerza de resolución y del espíritu combativo luchando siempre contra el mal y la negatividad). A un lado de su figura suelen verse los caracteres en kanji correspondientes a su nombre. En el otro lado se observan las letras en sánscrito (sidham) que forman su mantra: “Om no o maku san manda basara dan kan” (que corresponde a la abreviación de su mantra completo: “Nau maku san manda basara dan senda maka roshada sowata ya un tarata kan man”)

El Tokonoma debería constituir nuestro propio mandala tridimensional de referencia, para los períodos de meditación al inicio y al final de los entrenamientos.


Fuentes/s : Pending ***

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